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Mascotas, niños y salud.

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“El perro le enseña al niño la fidelidad, la perseverancia… y a dar tres vueltas antes de acostarse”

Robert Charlesd Benchey, humorista norteamericano (1889-1945)

Ya desde los años 80, se empezó a investigar sobre la incidencia en la salud de las familias que convivían con mascotas, fue en 1987 cuando el “NATIONAL INSTITUTE OF HEALTH”, publicó su primer trabajo “Salud y beneficios de los animales de compañía” y desde entonces se ha profundizado en estudios que constatan los beneficios sobre los niños que comparten su vida con una mascota.

En estas investigaciones queda patente los vínculos entre los seres humanos y los animales, los terapeutas han descubierto que las mascotas proporcionan inesperados beneficios psicológicos, mas allá de lo obvio, es por ello que cada vez son más utilizados en terapia infantil, para niños difíciles de tratar, aumentando la autoestima de niños traumatizados

En especial los perros, ha sido los que más datos satisfactorios han proporcionado, debido a la semejanzas que compartimos con ellos, ambas especies somos jerárquicos, gregarios y mamíferos, de ahí que nuestras vidas y las suyas se adapten con tanta facilidad, ya que entendemos la forma de vivir en familia de la misma manera.

SALUD EMOCIONAL

Los perros, por ejemplo,  desarrollan una inteligencia equiparable a un niño de dos a tres años, aproximadamente, a la vez que sus funciones cognitivas superan con creces esta franja de edad, por lo que un niño comprendido en estas edades encontrara un amigo ideal, ya que la compenetración y la simbiosis entre ellos es absoluta a la vez que el perro hará de maestro en las funciones sociales que el niño tendrá que desarrollar mas adelante . Así, Ruckert, en su trabajo publicado en 2007, “Terapia a cuatro patas” afirmaba:

“En el curso de mis investigaciones y entrevistas, he comprobado que entre los animales y los niños se forma un vinculo especial que contribuye a una aprendizaje saludable. Desde el momento en que el niño se encuentra con el animal, este le sirve de maestro amigo y terapeuta”

Cuando se refuerza o se premia a la mascota por una buena conducta (cumplir una orden, defecar o miccionar en el lugar adecuado, dar la patita…) y cuando se le corrige por algo malo (miccionar o defecar en lugares no adecuados, morder los muebles… el niño “abre su mente” y llega a entender el porque sus familiares (papa y mama) premian y/o corrigen al animal, comprendiendo así lo que es una conducta adecuada o inadecuada, respectivamente, todo esto hace que el niño aumente su empatía con los adultos y asimile ordenes y correcciones con más naturalidad (sin pataletas).

“Los animales de compañía son parte integral de la vida familiar y deben ser considerados como un factor básico en la higiene mental”

Bossard, 1950

El simple hecho de convivir con animales va asociado a un aumento de la interacción social, ya que actúan como catalizadores sociales. Sobre todo se obtiene un gran éxito en niños que tienen dificultades para establecer relaciones sociales.

En una investigación con niños en edad preescolar, realizada por psicólogos de la Universidad de Oregón, en la que enseñaron a los niños a cuidar de un cachorro, demostraron que aumentaban sobremanera sus capacidades sociales (virtud importantísima para el futuro) y hacia que los niños fueran más participativos en las actividades de clase y a cooperar más y de mejor grado.

Según la  Doctora Sue Doescher (una de las psicólogas involucradas en este estudio) “tener una mascota mejora la capacidad de los niños para desarrollar habilidades como la responsabilidad y la empatía ya  que aprenden a ponerse en el lugar del animal y a tratar de sentir como el animal siente. Y esta empatía la aplican de forma natural en las relaciones con otros niños”.

Pero además de ser capaces de educar socialmente a un niño, las mascotas son altamente beneficiosas para disminuir el estrés, ya que además de ayudar a que los niños sean menos agresivos, se ha demostrado que el hecho de acariciar a tu mascota, hace que baje el ritmo cardíaco y se regule la tensión arterial proporcionando una sensación real, de relax, muy beneficiosa para tratar problemas de ansiedad, dolor de cabeza y/o abdominal, alteraciones del apetito o problemas cutáneos relacionados con el sistema nervioso. Imaginaros los beneficios con niños hiperactivos, en los que además de participar, ambos, en juegos y risas agotadoras…. Después comparten “la calma” en los que disfrutan de acariciar y siendo acariciados.

Hay una larga lista de aptitudes positivas que se usan hoy en día en fisioterapia infantil, realizando terapia asistida con animales para niños  con minusvalías físicas o con trastornos mentales, como el Autismo el Síndrome de Asperger, Síndrome de Down….etc.

Pero además de controlar el stress, la ansiedad, favorecer el aprendizaje y estimular las habilidades sociales… los beneficios para la salud física, son, para mi opinión, aún más sorprendentes.

“Los niños con perros o gatos en casa resultaron ser más sanos que aquellos bebes que no tienen apenas contacto con mascotas”.

Afirmación realizada por la doctora  Eija Bergort, investigadora que encabezo la investigación

SALUD FISICA

“Los bebes, que conviven con un perro o un gato en casa tienen menos problemas de salud y por lo tanto crecen mas fuertes”.

Son las conclusiones de un interesante estudio realizado por un equipo de investigadores de la universidad de Finlandia entre 397 niños menores de un año y publicado en la prestigiosa revista científica “Predriatics”.

Los investigadores analizaron como afectan las enfermedades respiratorias, así como otras dolencias infecciosas a los bebes, a quienes siguieron desde el embarazo hasta que alcanzaron su primer año de vida. El asombroso resultado fue, que los niños que vivian en casas con animales, tenían menos resfriados.

Pero este no es el único dato, más que sorprendente, según la Guía ABE. Infecciones en Pediatría”, escrita por el departamento de pediatría del Hospital 12 de Octubre, al menos la mitad de los menores de tres años han padecido o padecen otitis. Pues bien, los investigadores finlandeses encontraron que, los bebes que convivían con perros y gatos, padecían esta dolorosa infección en mucho menor porcentaje, además de constatar que estos niños precisaron tomar menos medicamentos cuando cayeron enfermos, ya que su sistema inmunitario reacciono con mayor celeridad, para ser exactos, calcularon que la ingesta de medicamentos en bebes menores de 3 años, se reduce en un  29% en niños que conviven con perros o gatos

La ciencia no solo nos demuestra que los niños que viven en hogares con animales tienen menos afecciones respiratorias, menos resfriados, padecen menos infecciones de oídos (un 44%menos) y necesitan tomar menos antibióticos (un 29%menos), sino que además  según un estudio alemán que se publico en el número de mayo del año 2008 del Periódico europeo de neumología. La investigación, dirigida por Joachim Heinrich, demuestra que la convivencia con este animal doméstico desde la primera infancia no sólo «no está asociada a una sensibilización específica contra el pelo de los perros», sino que, por el contrario, «está claramente asociada con un índice significativamente más bajo de sensibilización al polen y alergias respiratorias».

El estudio, que se realizó con 9.000 niños desde su nacimiento hasta los 6 años, prueba también que el efecto protector observado en los niños que vivían en casa con un perro no se observaba en los que tenían contacto de manera regular con perros fuera del hogar. Los investigadores no han encontrado tampoco correlación entre el hecho de poseer un perro con el desarrollo de enfermedades alérgicas.

Según Heinrich, “la exposición precoz a los gérmenes que se instalan en los pelos de los perros puede estimular el desarrollo del sistema inmunitario de los niños”.

 

Por todo esto…. Podríamos, decir que las macotas, en especial perros y gatos, no solo no deben ser apartados del núcleo familiar una vez que llega un bebe a casa, si no que, se pueden convertir en aliados perfectos en el desarrollo del pequeño si los dejamos participar de la familia e interactuar con todos sus miembros.

En mi humilde opinión, los papas, con niños especiales (síndrome de Dounw, Autismo…) no beberían privar a sus hijos de la experiencia de tener un amigo peludo, no solo porque su situación especial no es un impedimento para tener mascota, si no porque es altamente recomendable para ellos a igual que es recomendable para los niños con cierta tendencia a ponerse malitos con enfermedades respiratorias y que precisamente por su debilidad los papas no se atreven a meter un amiguito de cuatro patas en casa.

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