A veces creemos haberlo visto todo ya y la vida nos llena de sorpresas. Es el caso de lo que sentí cuando escuché esta leyenda que recorre las calles de Chihuahua. Y es que si recorremos una de sus calles más famosas y céntricas de esta ciudad, la avenida Ocampo, podemos ver una tienda de vestidos de novia muy peculiar. En ella existe un maniquí que está en el propio escaparate que parece que recobra vida durante la noche. Algunas personas dicen haber sido testigos de algo muy misterioso cuando han pasado por este lugar. Como es el caso de un taxista quién recorre durante muchas ocasiones esta avenida cuando hace turno de noche y se ha podido fijar en que, no habiendo absolutamente nadie en la tienda, ha podido ver como el curioso maniquí ha cambiado de postura en varias ocasiones en un tramo de tiempo de aproximadamente media hora tan sólo. Pero para entender todo esto debemos de ir al principio de esta leyenda y es la que os quiero contar en el día de hoy.
Se cuenta que la hija de la dueña de esta tienda “La Popular” fallece mientras se estaba casando en el altar debido a la picadura de un alacrán. Es evidente que para una madre un episodio así debe ser algo muy complicado y triste, por lo que hay muchas personas que dicen que llegó a embalsamar el cadáver de su hija y lo puso en el lugar donde siempre se encontraba esta. Y es que si nos fijamos en las fracciones de la mano de esta supuesta maniquí, podemos darnos cuenta que desde luego son muy reales y que parecen más las de una persona humana que las de un muñeco hecho para el escaparate de una tienda.
Además hay un detalle que me llama mucho la atención también, y es que se parece muchísimo a una foto del mismo día de la boda de la hija de la dueña de “La Popular”. Juzguen ustedes mismos…
Para nuestro compañero José David Flores, que ha estado en aquel lugar viendo en vivo esta curiosa figura, es sin duda alguna algo muy real, lejos de parecer una figura realizada con algún tipo de material como arcilla o madera, todo parece apuntar que se trata sin duda de una persona. También nos contó que se puede ver en su propia mano incluso las huellas dactilares, algo desde luego muy poco común en las figuras que se utilizan para mostrar trajes en escaparates de todo el mundo.
Hay gente que incluso venera a la Pascualita como una santa. Hubo un hecho que aconteció en el mismo escaparate de aquella tienda. Un caso que pudo terminar en una tragedia y que para la propia víctima, el estar viva a día de hoy tiene una explicación más que convincente. Su novio, tras una discusión le dispara y se da a la fuga. En ese momento la joven chica, y según cuenta días después, la última imagen que ve es la de la figura de “la Pascualita” a la cual le grita: “Por favor Pascuala, ayúdame”.
Sea lo que fuere, leyenda o realidad, han pasado muchas cosas extrañas en torno a este maniquí. Hay quién dice incluso que hay gente que ni se atreve a pasar por la misma acera donde está el escaparate, puesto que este es capaz de seguir con sus penetrante mirada a aquella persona que pase por aquel lugar.
Jesús Camacho
Zona Desconocida
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